domingo, 21 de noviembre de 2010

Encuentros

Aún le quedaban algunas horas sentado en aquel taburete. Miraba la pantalla, esta vez leía sobre Almodovar, ¡Qué grande! No sabía que había tenido un grupo. Ya veré en casa algún video.
Dos chicas le pidieron la llave de su habitación.
- ¿De dónde son ustedes?

- De España.
De un salto dejó el ordenador y se acercó. Les preguntó por su cine, por Madrid, por sus noches, por su música.
- Yo soy cantante, ¿saben? Bueno, soy amateur, pero toco la guitarra... en algún bar. - dijo con los ojos brillantes. Y sin presentación alguna comenzó a cantar "Un año de amor" con una voz aguda y cálida a la vez. Cantaba lento, recreándose en su pasión, queriéndose en ese papel. Se notaba en su expresión que no era uno más. Tan joven, tan guapo, clavadito a Chris Colfer.

Las chicas aplaudieron entusiasmadas. La recepción estaba vacía, pero era seguro que su voz había llegado a más de un turista que descansara después de un ajetreado día cámara en mano.


Se dieron un abrazo. Ellas se fueron a dormir, él volvió a su ordenador y su cabeza voló a aquel mundo de luces y risas que le esperaba algún día tras el mostrador.

2 comentarios:

  1. Menos mal, Elena. Por fin un soñador. Creía que ya no quedaban. Bonito relato costumbrista.

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  2. Una balada en directo, una personalidad joven (ilusionada), unos ojos brillantes en un rostro guapo. ¡Vaya regalo de buenas noches!

    He tenido que mirar en wikipedia quién es Chris Colfer (viejuno que se hace uno) pero esta muy bien escrito y, además, deja una hábil resonancia de canciones, risas y aplausos.

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