Dos chicas le pidieron la llave de su habitación.
- ¿De dónde son ustedes?
- De España.- ¿De dónde son ustedes?
De un salto dejó el ordenador y se acercó. Les preguntó por su cine, por Madrid, por sus noches, por su música.
- Yo soy cantante, ¿saben? Bueno, soy amateur, pero toco la guitarra... en algún bar. - dijo con los ojos brillantes. Y sin presentación alguna comenzó a cantar "Un año de amor" con una voz aguda y cálida a la vez. Cantaba lento, recreándose en su pasión, queriéndose en ese papel. Se notaba en su expresión que no era uno más. Tan joven, tan guapo, clavadito a Chris Colfer.
Las chicas aplaudieron entusiasmadas. La recepción estaba vacía, pero era seguro que su voz había llegado a más de un turista que descansara después de un ajetreado día cámara en mano.
Se dieron un abrazo. Ellas se fueron a dormir, él volvió a su ordenador y su cabeza voló a aquel mundo de luces y risas que le esperaba algún día tras el mostrador.