A Amanda le gusta entregarse al sol,
recrearse en su lánguido caminar
pisa descalza la húmeda roca,
despacito y atenta para no resbalar.
El sol, el algua y la sal
se disputan los pliegues perfectos
donde poderse mezclar
con el licor amargo que su piel destila
en la rutina animal.
Amanda desnuda, es su estado natural.
Y disfruto en mi lento despertar,
al ver su silueta dorada a lo lejos, difusa,
fundirse con el mar.
Me gusta mucho Ale, es muy sugestiva
ResponderEliminarMuy evocador, y sugerente imagen... pero parece una mujer fuera del tiempo, como si la playa, la gente y todo no fuese con ella... como si estuviese sola en la playa.
ResponderEliminarHermoso Ale, me ha gustado mucho.
ResponderEliminar